¿Por qué las mujeres no han ganado el campeonato mundial de ajedrez absoluto?

 



Antes de iniciar este artículo quiero dejar dos preguntas en el aire ¿Por qué existe el ajedrez femenino? ¿Por qué no existe la ingeniería femenina, la medicina femenina o cualquier otra carrera universitaria femenina? 

A través de la historia del ajedrez vemos como el campeonato mundial absoluto se continua disputando entre hombres, mencionándose una serie de factores bastante ambiguos para justificar el no conquistar la sima del ajedrez a su más alto nivel. Cualquier mujer puede elegir si opta por jugar en una o en otra categoría, sin restricciones. A continuación voy a dar algunas de las más constantes explicaciones dadas por los expertos en ajedrez.

Historia y cultura: Históricamente, el ajedrez ha sido un deporte dominado por hombres. En el pasado, a las mujeres se les prohibió participar en muchos torneos de ajedrez, lo que limitó su capacidad para mejorar y competir a nivel mundial. Aunque hoy en día las mujeres tienen más oportunidades para participar en torneos y entrenarse, esta desigualdad histórica puede haber afectado el desarrollo del ajedrez femenino en general, debido a que no fomentó interés en las mujeres, es decir, al considerarse un juego masculino por la vieja cultura del machismo, ellas mismas lo rechazaban como al igual que los hombres rechazaban actividades netamente femeninas como el ballet. 

Diferencias biológicas: aunque el ajedrez es un deporte mental, algunos argumentan que las diferencias biológicas entre hombres y mujeres pueden afectar el rendimiento. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que los hombres tienen una mejor capacidad para la percepción espacial, lo que podría ayudarles a tener una ventaja en el ajedrez. Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay muchas mujeres ajedrecistas muy talentosas que han logrado resultados notables.

Menos mujeres compiten: aunque hay muchas mujeres ajedrecistas talentosas, hay menos mujeres que compiten en general. Esto puede deberse a factores culturales, como la presión social para que las mujeres se centren en otros intereses o actividades, o a la falta de apoyo y oportunidades para las mujeres ajedrecistas.

Prejuicios y estereotipos: algunos pueden tener prejuicios o estereotipos contra las mujeres en el ajedrez, lo que puede afectar su confianza y su capacidad para competir a nivel mundial. Por ejemplo, algunos pueden pensar que las mujeres son menos estratégicas o menos agresivas que los hombres en el ajedrez, lo que no necesariamente es cierto.

Falta de patrocinio y financiamiento: Las mujeres pueden enfrentar mayores desafíos financieros que los hombres en el ajedrez. Debido a la falta de patrocinio y financiamiento, es posible que las mujeres tengan menos oportunidades para entrenar y competir a nivel mundial.

Mayor participación masculina: En algunos países, la participación de los hombres en el ajedrez es mucho mayor que la de las mujeres. Como resultado, los hombres tienen más oportunidades de competir y mejorar sus habilidades, lo que podría explicar por qué los campeones de ajedrez absolutos son predominantemente hombres.

Diferencias en la autoconfianza: En general, los hombres tienden a ser más confiados en sus habilidades que las mujeres, incluso cuando ambos tienen habilidades similares. Como resultado, los hombres pueden tener una ventaja en el ajedrez, donde la confianza es una parte importante del juego.

Diferentes prioridades y metas: Es posible que las mujeres en el ajedrez tengan diferentes prioridades y metas que los hombres. Por ejemplo, algunas mujeres pueden estar más interesadas en el ajedrez como una actividad recreativa o como una forma de mejorar sus habilidades cognitivas, mientras que los hombres pueden estar más enfocados en ganar torneos y competir a nivel mundial.

No hay evidencia científica sólida que sugiera que el tamaño del cerebro influya en la capacidad de una persona para jugar al ajedrez o en su habilidad para ganar un campeonato de ajedrez absoluto. La capacidad de jugar al ajedrez depende de una serie de habilidades cognitivas y no solo del tamaño del cerebro.

Por ejemplo, la habilidad para reconocer patrones, la memoria a corto y largo plazo, la capacidad de planificar y tomar decisiones, la capacidad de concentración, entre otras habilidades, pueden influir en la habilidad para jugar al ajedrez. Estas habilidades son complejas y están influenciadas por factores como la experiencia, la educación, el ambiente y la motivación, entre otros.

Aunque el tamaño del cerebro puede estar relacionado con ciertas habilidades cognitivas, no es un factor determinante en la capacidad de una persona para jugar al ajedrez o para ganar un campeonato de ajedrez absoluto.

Algunos expertos también sugieren que en la adolescencia las mujeres son más sociables y buscan fomentar más los valores de la amistad y compartir con otras personas lo que es perjudicial para un buen desarrollo ajedrecístico.

Pero la realidad es que esto son puras especulaciones sin ningún basamento, porque en la actualidad, por lo menos en el mundo Occidental y gran parte del Oriental las mujeres tienen las mismas posibilidades que los hombres en ganar el mundial de ajedrez. 

Y si tienen las mismas oportunidades ¿Por qué no lo han ganado? la respuesta es muy sencilla y se las deje en las dos interrogantes al principio de este artículo y no es otra que el ajedrez femenino, no puede ser que ha estas alturas del Siglo XXI un juego en el que se enfrentan dos cerebros en igualdad de condiciones, exista una división para el ajedrez femenino, cuando debería ser todos jugando los mismos torneos. A nadie ha estas alturas se le puede ocurrir establecer carreras universitarias masculinas y femeninas, lo mismo debe aplicarse en el ajedrez, una vez que desaparezca el ajedrez femenino veremos a las mujeres ganar con seguridad el campeonato mundial de ajedrez absoluto.

A este respecto la mejor jugadora de ajedrez de todos los tiempos Judit Polgar, quien ha sido la única mujer en la historia en estar entre los 10 mejores del ranking mundial del ajedrez, se dedicado desde su retiro en 2014 ha organizar pruebas infantiles y a promover el ajedrez como herramienta educativa. En sus eventos no sólo no hay categoría femenina, sino que ni siquiera se otorgan premios a la mejor jugadora. Para ella, contentarse con competir por ser la mejor entre las chicas impone una autolimitación que impide luchar por metas más altas. 

Este pensamiento de Judit Polgar es totalmente cierto, el ser humano hombre o mujer, se adapta a su entorno, si el entorno es altamente competitivo damos lo mejor de si, por el contrario si el entorno no es tan fuerte, los seres humanos se adaptan a ese nivel. Esta es la razón que cuando se baten récords mundiales en deportes como el atletismo o la natación la competencia fue tan reñida que muchas veces el que queda de segundo por centímetros también batió el récord anterior en la misma prueba.

En resumen, si queremos ver a las mujeres ganar el campeonato mundial de ajedrez absoluto hay que eliminar el ajedrez femenino y que todos compitan en los mismos torneos.

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Comentarios

  1. Deja un comentario sobre este interesante tema y te responderé a la brevedad posible.

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